sábado, 11 de octubre de 2008

Muros

«Porque si bien tenemos siempre la sensación de que nuestra alma nos está cercando, no es que nos cerque como los muros de una cárcel inmóvil, sino más bien nos sentimos como arrastrados con ella en un perpetuo impulso para sobrepasarla, para llegar al exterior, medio descorazonados, y oyendo siempre a nuestro alrededor esa idéntica sonoridad, que no es un eco de fuera, sino el resonar de una íntima vibración.»

Marcel Proust (Por el camino de Swann)



Construyo muros en la penumbra,
para que no me encuentre la luz azul
que secará mi garganta.

Levanto paredes de solitaria espera,
dentro del sueño que persigo.

Murallas intangibles,
ladrillos sin contorno,
impalpables cercos tapizados
de espuma escurridiza,
rondan en el interior de un alma
justificando al cielo que niega su existencia.

Frente a la mirada incierta de unos ojos
que no ven lo que ven,
y se quedan abiertos como espejos
de agua quieta, imperturbable,
que ya no mojará con su última gota
una última, infinita, inútil
envoltura de arena caliente
donde ya no se puede guardar nada,

ni siquiera el alma.