sábado, 11 de octubre de 2008

Preguntas

Este invierno,
en el que devolví las horas a su dueño
desandando los hilos,
hasta tropezar con ella,
con la otra alma,
desnuda y polvorienta,
semejante al camino recorrido.

Cuándo atravesaré las pesadillas...
en qué último minuto
sostendrá mi mirada la cautela...
cuál será la noche en que el desvelo
se convierta en ruina,
y la piel en ceniza sofocada...

En qué viento azul beberé las gotas del olvido.

Desaparecerán en ese preciso instante,
la verdad quebrada,
el apuro, la congoja...

Como una filigrana se tejerá la aurora
llevándome con ella
hasta el fondo
de ese mar absoluto

donde la sal se pegará en mi cuerpo yaciente
y nunca más desnudo.